Lijianng
Callejuelas estrechas donde los tejados se besan. Canalillos de agua enloquecida que buscan reencontrarse de nuevo refrescan los pies de las casas. Pequeños puentes abovedados y gastados por el tiempo saltan sobre los canalillos para unir las callejuelas y dar forma a un enmarañado de piedra, agua y gente donde el final no aparece tras ninguna esquina.
Cientos de turistas chinos pasean tranquilos por la vieja Lijung disfrutando de las delicias de los Naxis: yogur de yack, pan de ajo tierno (baba) y un bueno numero de exquisitudes pasteleras.. Cuando cae la noche la ciudad se tiñe de rojo. Farolines en tiras de a tres cuelgan por todas las paredes impregnando el ambiente de luz de fantasía. Un gran numero de bares abren el espacio para la loca noche china, karaokes, rondas interminables de cervezas y chupitos, bailes grupales (la Macarena la hizo buena), terrazas con artistas improvisados...
A pesar de que la veterana Lijianng ha sido convertido en un parque temático para turistas en donde comprar todo tipo preciosos recuerdos guardapolvos, todavia nadie puede escapar a su encanto.
Cientos de turistas chinos pasean tranquilos por la vieja Lijung disfrutando de las delicias de los Naxis: yogur de yack, pan de ajo tierno (baba) y un bueno numero de exquisitudes pasteleras.. Cuando cae la noche la ciudad se tiñe de rojo. Farolines en tiras de a tres cuelgan por todas las paredes impregnando el ambiente de luz de fantasía. Un gran numero de bares abren el espacio para la loca noche china, karaokes, rondas interminables de cervezas y chupitos, bailes grupales (la Macarena la hizo buena), terrazas con artistas improvisados...
A pesar de que la veterana Lijianng ha sido convertido en un parque temático para turistas en donde comprar todo tipo preciosos recuerdos guardapolvos, todavia nadie puede escapar a su encanto.
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